Regreso incesablemente al sueño que nunca se materializa pero no se va.
Rota como una pieza de porcelana frágil, duele hasta la memoria y la fantasía se graba más profundo.
Siglo resquebrajándome por puro placer, hasta la voluntad es imaginaria. Veo lejano el momento en que pueda dejar atrás mi propia naturaleza.
Porque he de ser siempre el refugio creado por una mente en tinieblas.
Sonrío irónicamente y pienso en que siempre tendremos París...
-Dulce Muro